Camino de Ronda de Calella a Llafranc subiendo al faro de Sant Sebastià
Interesante y bonito paseo por un camino de ronda que va de Calella de Palafrugell a Llafranc y sube al faro de Sant Sebastià, situado a 178 metros sobre el nivel del mar.
Sant Sebastià es un enclave situado a 178 metros de altitud y habitado desde antiguo, como lo demuestran los restos del poblado ibérico de Sant Sebastià de la Guarda, que se hallan en la misma cima de la colina. En el siglo XV se construyó aquí una torre de vigilancia, y en el siglo XVIII, respondiendo al creciente culto de la zona, se levantaron la ermita y la hostería, que actualmente se ha reconvertido en un hotel de cuatro estrellas. El faro data de 1857 y es, aún hoy, uno de los más potentes del Mediterráneo.
La ruta se puede iniciar en cualquier lugar del municipio de Calella, desde su extremo más meridional, el Cap Roig. Nosotros, sin embargo, partiremos del extremo norte, después de la playa del Canadell. Viniendo de Palafrugell por la autovía, al llegar a la rotonda que nos lleva a Llafranc a la izquierda y a Calella a la derecha, seguimos el camino recto, de bajada. Se trata del paseo de la Torre, que no tiene salida y que desemboca en una plaza en la que podemos dejar el coche.
Comienzo: A la derecha del hotel, en una pequeña calleja, donde encontramos un poste de señalización que nos indica que estamos en el GR 92 y en el camino de ronda.
Indicaciones de la ruta: La ruta no tiene pérdida, se sigue el camino de ronda hasta llegar a Llafranc (una media hora). Aquí, en la plaza Marinada accedemos a las escaleras de Garbí, pasando por delante del pequeño hotel Casa Mar.
El itinerario continúa por el paseo de Cipsela siguiendo la bahía de Llafranc hasta el final, donde encontramos el Club Náutico, que cierra el paseo. A la izquierda, unas escaleras marcadas como GR nos llevan hacia el camino de subida al faro de Sant Sebastià, una calle asfaltada bordeada de bonitas casas y desde la que se disfrutan unas magníficas vistas.
En media hora más llegamos a un gran mirador y al faro. Unos metros más allá se abre la explanada de la hostería, donde hay un parking. Diferentes miradores rodean el edificio del hotel, la ermita y la torre de vigilancia. En la cima de la colina encontramos los restos del poblado ibérico de Sant Sebastià de la Guarda.
Si desea ampilar la ruta: Desde el poblado ibérico podemos seguir el GR 92, que nos lleva a Cala Pedrosa y a la bahía de Tamariu, otra de las calas de Palafrugell. También es posible, siguiendo un sendero local, ir de Sant Sebastià a Palafrugell (itinerario de unos 4 km), y desde aquí volver a Calella, con lo que la ruta se convierte en circular.
Recomendaciones: Si se desea evitar las escaleras que suben desde el Club Náutico o caminar por la calle asfaltada, se puede subir en coche hasta el mismo faro. En verano, un pequeño tren turístico enlaza Calella con Llafranc y sube al faro de Sant Sebastià. Una buena idea puede ser combinar el paseo por el camino de ronda con el tren. En Calella merece la pena visitar el Jardín Botánico de Cap Roi.
- Localización: Calella de Palafrugell (Girona)
- Distancia: 2 kilómetros - Duración: 1 horas - Desnivel: 178 metros
- Itinerario: Lineal
- Dificultad: Baja
Fuente: Diputació de Girona.