El puente Colgante de Amposta simboliza la ciudad y fue Construido con cierto estilo neoclásico.
La construcción del puente empezó el año 1915, una vez terminadas las obras dirigidas por el autor del proyecto, el ingeniero J. Eugenio Ribera; la inauguración del puente se llevó a término el 1921.
Caracterizado por las dos pilastras de piedra, en forma de arco de triunfo en ambas partes del río y por la estructura metálica sostenida por cables, supuso una notable mejoría en las comunicaciones en ser el primer paso permanente para cruzar el río Ebro en su tramo inferior y durante muchos años el de más luz entre columnas del Estado.
Con el saneamiento del delta y el cultivo del arroz, la ciudad alcanzó los 4.000 habitantes a principios del siglo XX. La ciudad empezó su desarrollo con la construcción del puente colgante promovido por el alcalde Joan Palau.
El desarrollo de la población sólo se vio interrumpido por la guerra civil, en la que el puente colgante resultó destruido el 10 de marzo de 1938 por un ataque de la aviación italiana.
En 1996 se prohibió la circulación de vehículos con un peso superior a 10 toneladas. Tiene una longitud de 135 metros en su totalidad y las dos torres miden 24 metros de altura cada una.
Se reconstruyó totalmente. Entre 1956 y 1960 sufrió una nueva restauración.